viernes, 9 de septiembre de 2011

Una noche muy distinta a las demas...

Hace apenas 24 horas lo tenia a mi lado, no podía parar de pensar en llegar a su casa. Cuando llegamos él se ducho mientras yo hablaba con su amigo, cuando tocó mi turno me relajé, pero necesitaba salir para estar a su lado. Nada mas salí del baño fui en su busca, él continuaba hablando con su amigo, tal y como estaba cuando yo me fui. Él, como un caballero, me acompaño al lugar donde pasaría la noche, me metí en la cama, me abrigué, me besó y se marchó.
Yo lo esperaba, tenia la certeza de que él volvería, no me dejaría sola. Al poco rato él apareció entre las sombras de la noche y me dedico estas palabras: "Ya estoy aquí princesa". No me lo podía creer, lo que tanto había deseado se había convertido en realidad, pasaría la noche junto a él, pasaría la noche sin miedo, sin soledad, sin problemas, él estaba a mi lado. Notaba su piel contra la mía, su olor entrando en mi nariz, sus caricias, sus besos, todo, incluso podía notar su preocupación por si viniesen sus padres, sin embargo esa preocupación desapareció al poco tiempo. Agotada me deje dormir a su lado, mis párpados se cerraron aunque yo deseara mirarlo durante toda la noche.
Cuando llego el alba, abrí mis ojos y nuestras miradas se cruzaron, no se había ido como yo esperaba, seguía junto a mi. Su cara parecía haber sido tallada por ángeles esa misma mañana, y su sonrisa parecía la concentración de las mejores estrellas del universo. Lo lamenté mucho pero veia como nuestra noche acababa, me resigne ya que el me prometió que tendríamos muchas más, exactamente las del resto de nuestras vidas. Este relato es una historia real de la cual tengo la suerte de ser la protagonista, y sí lloré mientras la relataba en estas líneas.
¡Te Amo!