sábado, 28 de enero de 2012

Amigos:D

Amigos,¿que haríamos sin ellos?.Llamamos amigos a esas personas que sentimos tan cerca pese a ser totalmente diferente a nosotros.Pueden tener un color de ojos diferente al nuestro o quizás otro tipo de personalidad, pero nos da igual.Aparecen y los sentimos tan cerca que creemos que han estado desde siempre en nuestra vida.
Para mi;amigos son aquellos que nos guían por el camino cuando ya se ha hecho de noche y no vemos nada.Ellos,siempre presentes en esos días donde nos rompieron el corazón.Dispuestos a llenarnos la cama de golosinas,helado de vainilla y nuestros cigarrillos favoritos solo para vernos sonreír.Angelitos que nos despiertan cuando estamos viviendo una pesadilla.Compañeros de borracheras y juergas en los muelles de la cuidad.Hermanos que nos dan esa palmadita en la espalda cuando no somos capaces de observarnos en un espejo.Guardianes que nos recuerdan que nuestra felicidad esta próxima.Aquellos que no entienden de distancias y del paso del tiempo.
Para esas personas que no nos dejan caer y nos rescatan cuando estamos en el borde de la vida.
Con toda mi alma,les doy las gracias.
Por todos esos que pasaron y ya se fueron.Para aquellos que están y no se han marchado.
Por ellos y nadie mas.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Comienzo de una vida en común.

Era el día más importante de mi vida, apenas faltaban 2 horas para subir al altar Sin duda, sería inolvidable.
-Estaba sentada en una silla mientras me terminaban de peinar. Lucia un bonito recogido con floritas acompañado de un sencillo maquillaje. Mis dos damas de honor me ayudaban con la lencería para mi noche de boda, era rosa pastel y con muchos lazos, tal y como había pedido.
Estaba preocupara por algo y no sabía el porqué, supuse que serían los nervios del momento...
Mientras me retocaba en el espejo la puerta de la habitación se abrió de golpe, era mi madre con mi vestido entre sus brazos.
Era precioso, llevaba mucha pedrería y unos bonitos encajes. Un perfecto vestido blanco firmado por la marca Dior, entallado y palabra de honor. Parecía que estaba hecho para una princesa de cuento.

Mi mente se paro por segundos y un dolor de cabeza se apodero de mí. Empecé a temblar y un sudor frío comenzó a recorrer mi espalda. Me senté con disimulo para no alarmar a nadie.
No me lo podía creer ¿Que me estaba pasando? Mientras permanecía sentada disimulando lo evidente una de mis damas de honor se percató de que algo no marchaba bien, era mi mejor amiga.
-Gorda ¿estás bien? -Preguntó preocupada mientras me miraba fijamente.
Entonces la miré, con un pequeño gesto le di a entender lo que me pasaba. Supo perfectamente lo que le quise transmitir.
-No me jodas gorda, no me jodas...-Decía mientras me miraba con cara de susto.
Me aguante las ganas de llorar para no estropear el maquillaje, no me entendía a mí misma.
Cuando de repente tocaron en la puerta;
-La limusina esta lista y esperando en la puerta- Decía mi tía mientras irrumpía en la habitación.
Salí por aquella puerta mientras me colocaba el velo como podía, el corazón me latía a mil por hora.
Estaba acompañada de mis dos damas de honor, mi mejor amiga y mi querido amigo gay de la infancia. Entramos en aquella bonita  y decorada limusina blanca, era todo un lujo.

Ya sentados y acomodados mi amigo gay muy preocupado me agarró de la mano con suavidad y me preguntó:
-Amor ¿te encuentras bien?-Decía con una voz muy fina.
Lo mire y con un nudo en la garganta pronuncie lo que sentía.
Baje la cabeza avergonzada, me sentía la peor persona del mundo. No podía creer que aquello me estuviera pasando a mí.
El coche paró, habíamos llegado. Mire a mis dos amigos, estaba a punto de llorar. Al ver mi reacción me agarraron de la mano con mucha ternura y fuerza.
-Veras que son los nervios, todo saldrá bien- Me susurraban con voz agradable intentando animarme y tranquilizarme.
Ya era demasiado tarde, no había vuelta atrás.
Me sentí estúpida y patética...
Pasados diez minutos salí del coche, me temblaban los pies. Mi padre me esperaba en la entrada de la iglesia para llevarme al altar.

Suspire hondo y levante la cabeza,ahí estaba mi novio tan guapo y elegante como siempre.
Empezó a sonar la marcha nupcial, pensé que me orinaba encima. Camine por medio de aquella iglesia,sonaba la marcha nupcial, mientras los invitados más mayores, de ambas familias, alegaban por mis tatuajes visibles. Por lo visto eso no estaba bien visto en la "casa de señor". Los invitados más jóvenes criticaban de buena manera mi peinado y mis bonitos zapatos de Chanel, me moría de vergüenza.
La música paró, ya estaba en el altar. Mi novio me miraba sonriendo mientras el cura empezaba con los votos matrimoniales;
-¿Quieres recibir a (...) como esposa y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, y así, amarla y respetarla todos los días de tu vida hasta que la muerte os separe?
-Sí, quiero-Respondió muy seguro de sí mismo.
Era mi turno, solo de pensarlo se me nublaba la vista. Las piernas me temblaban y de nuevo aparecía ese sudor frío, pensé que me desmayaba.
El cura prosiguió con los votos:
-Y tu (...) ¿Quieres recibir a tu esposo (...)? -Dictaba el cura.
No fui capaz de escuchar por más que me intentaba concentrar, estaba en otra dimensión.
Apreté el puño y pedí ayuda. No sabía a qué ni a quién.
Me faltaba el aire, parecía que se me salía el corazón la vista se me nublaba nuevamente por segundos.
Los invitados permanecían callados y se miraban entre ellos debido a mi silencio, no era capaz de responder. Los invitados empezaron a formas jaleo y polémica, fue un desastre. Levanté la cabeza, respiré hondo y pronuncié las palabras “Sí, quiero”.
Justo al terminar de decir las palabras el cura prosiguió:
-Y por el poder que me ha sido otorgado, yo os declaro marido y mujer; puede besar a la novia.
Fue cuando él me besó, justo en ese momento fue cuando me di cuenta de que mis nervios habían sido en balde, estaba con la persona que más amaba del mundo. Ya no habían nervios en mí, ya estaba totalmente tranquila en los brazos de la persona que amaba.
Justo cuando sus labios besaban los míos, toda la iglesia aplaudía. Nuestra madres lloraban de felicidad, a la vez que por mi mejilla resbalaba una lagrima, una única lagrima que describía todo lo que sentía en ese instante.
Nada más separar nuestros labios, él me abrazo por la espalda y me susurro al odio: “Aquí comienza tu cuento, mi princesa”, yo le bese hasta que el fotógrafo nos aviso que debíamos hacernos las fotos de recuerdo en la iglesia. Mientras nosotros nos hacíamos las fotos, yo solo pensaba en lo idiota que había sido al pensar que algo malo podría suceder. Nada mas terminar con las fotos, al tiempo que salíamos de la parroquia, nos empezaron a llover miles de granos de arroz y pétalos de rosas, a la vez que todos gritaban a coro: “Que se besen”.
Al momento me encontraba rodeada de muchísimas personas que me daban la enhorabuena por este matrimonio, yo se lo agradecía, al igual que él, pero ambos sabíamos que lo que más deseábamos en ese instante era llegar al coche, tener un momento para nosotros.
Exactamente 10 minutos después, estábamos en la limusina que nos llevaría al lugar donde se celebraría el convite, ¿Dónde lo habrán organizado nuestros padres? Era la duda que nos corroía, pero nos olvidamos de eso, solo pensábamos en que ya éramos marido y mujer, en que nada nos separaría nunca, en que no queríamos separar nuestros labios…
Sin darnos cuenta, habíamos llegado, al ver el lugar de mi boca solo salió una palabra: “Increíble”


Era de noche, y estaba en el lugar con el que cualquier chica sueña,  un pequeño castillo muy iluminado, con jardines, fuentes, pavos reales y demás cosas hermosas. El chofer abrió la puerta y lo primero que logré ver fue una larga alfombra roja que nos llevaría directa a la sala donde celebraríamos nuestro enlace.  Alcancé a ver a mis primos corriendo hacia el salón al grito: “¡Ya llegaron!”, no pude contener la risa.
Caminaba agarrada de su brazo mientras observaba aquel magnifico lugar, nuestros padres reflejaron perfectamente el lugar que deseábamos, se diría que nos concedieron nuestro sueño, lo hicieron realidad. Casi llegando a la puerta me detuve en seco, había una pequeña pluma de pavo real en medio de la alfombra, la recogí y me la llevé conmigo, sería otro recuerdo del mejor día de mi vida. Él me miraba, sonreía al verme hacer eso.
Al entrar en aquel enorme salón, todo el mundo nos dio la bienvenida con un aplauso, se nos acerco un simpático camarero con 2 lindas copas, decoradas con un lazo de color caramelo, de champán. Nosotros las cogimos, le dimos las gracias y brindamos cruzando nuestros brazos, al instante que bebíamos, todos gritaban: ¡Vivan los novios!
Al sentarme en la mesa fue cuando pude tomarme un tiempo para observar aquel maravilloso lugar, estaba lleno de flores por todas partes; los centros de mesa eran de rosas color champan, con una vela en el centro; del techo colgaba una preciosa lámpara veneciana, que alumbraba con una luz tenue toda la sala; las sillas estaban rodeadas por un lazo color caramelo; todo estaba perfectamente en su lugar. De repente, me hablaron y no pude seguir observando esa sala, era el preguntándome si quería más champan, le dije que sí.
Mientras el camarero me servía, yo observaba a los invitados en sus mesas, la de los niños era la más graciosa, todos brincando sin parar ni un solo segundo; las mesas del lado izquierdo, mi familia; las del lado derecho, su familia, ahora mía también; y en las mesas centrales se encontraban nuestros amigos, los cuales me miraban y hacían burlas a las cuales yo no podía evitar reírme. Y en la mesa más importante, diría yo, nos encontrábamos los novios, nuestros padres, nuestros abuelos y los padrinos. 

Todo el evento fue de maravilla; una comida deliciosa acompañada de un magnifico postre y tarta de boda, con una orquesta que amenizaba la velada. Al terminar la cena, la orquesta empezó a tocar un vals, para que bailasen los novios, algo que a mí me pareció gracioso ya que el novio odia bailar, me llevé una gran sorpresa en el momento que me cogió, me llevó a al centro de la sala y empezó a bailar. Al tiempo que bailábamos y todos nos miraban, él se acerco a mi odio y me susurró: Lo he hecho por ti, sé la ilusión que te hacía esto. No pude aguantar las lágrimas, nada más acabar de bailar, con lágrimas en los ojos, dije:
-Queridos padres de ambos, no sabéis lo que os agradezco esto, habéis hecho realidad mi sueño, nuestro sueño…
Pero sin dejarme acabar sus padres se acercaron y nos dieron un sobre, yo extrañada pregunté qué era eso
-Vosotros abridlo y lo descubriréis.
Él abrió el sobre y lo mostró, ¡era un viaje de una semana a París! No me podía creer después de habernos pagado y organizado la boda, también nos regalan el viaje de novios. Pero lo más importante era que salíamos en solo 2 horas. Ella muy tranquila nos contesto:
-Cada uno tenéis una maleta con la ropa necesaria para esa semana, así que os da tiempo de llegar.
Les dimos un millón de gracias y nos despedimos de todos los invitados, le dijimos que siguieran la fiesta. Salimos y la limusina todavía nos esperaba para llevarnos al aeropuerto, conseguimos cambiarnos de ropa, aunque con dificultad, debíamos llevar algo cómodo para las 4 horas de vuelo, si todo salía bien estaríamos en París para ver la luz del alba.

Continuará…

viernes, 9 de septiembre de 2011

Una noche muy distinta a las demas...

Hace apenas 24 horas lo tenia a mi lado, no podía parar de pensar en llegar a su casa. Cuando llegamos él se ducho mientras yo hablaba con su amigo, cuando tocó mi turno me relajé, pero necesitaba salir para estar a su lado. Nada mas salí del baño fui en su busca, él continuaba hablando con su amigo, tal y como estaba cuando yo me fui. Él, como un caballero, me acompaño al lugar donde pasaría la noche, me metí en la cama, me abrigué, me besó y se marchó.
Yo lo esperaba, tenia la certeza de que él volvería, no me dejaría sola. Al poco rato él apareció entre las sombras de la noche y me dedico estas palabras: "Ya estoy aquí princesa". No me lo podía creer, lo que tanto había deseado se había convertido en realidad, pasaría la noche junto a él, pasaría la noche sin miedo, sin soledad, sin problemas, él estaba a mi lado. Notaba su piel contra la mía, su olor entrando en mi nariz, sus caricias, sus besos, todo, incluso podía notar su preocupación por si viniesen sus padres, sin embargo esa preocupación desapareció al poco tiempo. Agotada me deje dormir a su lado, mis párpados se cerraron aunque yo deseara mirarlo durante toda la noche.
Cuando llego el alba, abrí mis ojos y nuestras miradas se cruzaron, no se había ido como yo esperaba, seguía junto a mi. Su cara parecía haber sido tallada por ángeles esa misma mañana, y su sonrisa parecía la concentración de las mejores estrellas del universo. Lo lamenté mucho pero veia como nuestra noche acababa, me resigne ya que el me prometió que tendríamos muchas más, exactamente las del resto de nuestras vidas. Este relato es una historia real de la cual tengo la suerte de ser la protagonista, y sí lloré mientras la relataba en estas líneas.
¡Te Amo!

sábado, 6 de agosto de 2011

HE

Supongo que ahora mismo estarás pensando en mí.
Y tú sabes que yo estoy pensando en ti.

Quiéreme una vez mas, porque tú sabes que eres el único para mí.
Te necesito todos los días y todas las noches, algo se activa en mi interior cuando te miro.
Estoy en paz cuando estoy en tus brazos y estoy feliz porque me siento libre.
Quiéreme, porque tú eres para mi y yo soy tuya.

The edge of glory ...

Estoy en el borde de la gloria. y estoy colgando en este momento contigo<3

Felicidad ^^

+ Tu y yo seremos grandes exploradores. Juntos iremos en busca de la felicidad.
- Me gusta esa idea, ¿cuando empezamos?
+ Cuando cuente tres. Uno, dos, tres!
- ¿Por qué me abrazas?
+ Porque... ¡La encontré!

lunes, 1 de agosto de 2011

(L)

Smiles and tears
Giggies and laugns
Late night calls
And cute photographs
I’ll be there for you
Until  the day of my death
Because I love you <3